Por qué esas ansias desmedidas
por devorarte un animal maltrecho.
Por qué acorralar a la otra fiera
haciendo que pague por ser
simplemente lo que es:
Un animal vencido y cansado.

Fuente de la imagen

Acaso no te satisface
solamente la venganza
de poder abrir tus babeantes fauces,
en un rugido de victoria,
sobre esa presa inerme y propiciatoria.
Disfruta de tu triunfo, pero ten cuidado,
nunca olvides que la selva
está llena de cazadores…

*** Daniel Omar Granda ***

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