PEQUEÑO GRAN TESORO (202)
Te miro y me miras. Sonríes y yo también sonrío. Veo en tus ojos lágrimas, mezcla de risas y sollozos. Ya no eres una niña. Despierta, mi vida. Saltabas, jugabas, sentada sobre mis rodillas. Recuerdo que decías, que si tu sueño se cumpliera, serías princesa de un cuento de hadas por un sólo día. Apenas …