De la manada soy el último eslabón
y, del bosque profundo, su paz interior.
Apura el trago mientras baja el telón
por que dicen que ha muerto el gurú del amor.
Hay sirenas varadas que el mar arrastró
pues parece que se va desvaneciendo el sol.
Soy quien pinta la esperanza de otro color
o ese árbol desnudo que nunca fruto dio.
Reposa el sonido sobre un lecho de rock ‘n’ roll
en un camino a las estrellas sin carta de navegación.
Hay un barco a la deriva sin que mande un patrón
y, del naufragio a la memoria, sólo hay una canción.
¿Y tú quién te crees que pudo ser hoy,
si caído en el olvido, de ese pozo nunca salió?.
Decide por ti mismo que yo ya me voy…
MIGUEL GRANDA