Eres
la de mirada ausente,
la de ojos castaños,
la de sonrisa indecente
y pelo desaliñado.
Eres
la invicta en vida,
la de salero y locura,
la caida en desdicha
con su perfecta locura.
Eres
la que le sobra bondad,
la del inusual «te quiero»,
la que rige mis alas blancas
y abate mis miedos.
Has sido
la que me quiso a morir,
la que me perfumó de amor,
la que no pudo vivir sin mi
y ahuyentó mi dolor.
ICARO
Primo: ¡¡Es tuya y tú eres de ella!! De eso no me cabe la menor duda… ¡¡que se disfruten mutuamente!! Abrazos y besos para Elena…