A veces blanco, a veces negro,
a veces fuego y a veces hielo.
A veces vienes, a veces quedas.
A veces hablas y otras te callas.
Eres mi mejor medicina
pero siempre es por horas,
en aquellas que hace efecto
antes de que toque la próxima toma.
Me haces temblar con tu mirada,
me haces dudar cuando te callas.
Eres como el mar con sus olas,
que unas veces te acercas
y otras te alejas
con más o menos fuerza.
Sabes cómo llevarme a donde quieres,
sabes también como hacer que me pierda.
Eres como esas vitaminas
que cuando las tomo me excita,
pero cuando no me siento vacía.
No me pidas que no te quiera,
porque entonces dejaría de sentir
en el más fondo de mi alma
y mi corazón no pensaría en latir.