Si alguna vez habéis creído, soñado o, al menos pensado, en si existen o no la lámparas maravillosas o cualquier otro objeto mágico, que al frotarse aparezca un genio, ¿cuál sería vuestro mayor deseo?

Muchos pedirían ser ricos, guapos, famosos, ser felices toda la vida, incluso los más osados y grandes de corazón, pedirían la paz mundial, el ¡!!basta ya!!! de las guerras, de las armas, etc. Yo, más humilde soy, y sólo quiero que mi mayor deseo sea siempre el de ser como soy. Con mis defectos, mis virtudes, mis logros y mis fracasos…

Llego a ser rico, guapo para los que no piensan lo contrario, osado de corazón porque no pienso, ni llego a pensarlo tan siquiera, que algún día toda guerra se acabe, porque no todos opinamos igual, ni nunca lo haremos. ¿De qué sirve cuidar los bosques, los animales, evitar las drogas, las armas, etc si siempre hay y habrá gente que opine lo contrario y no haga caso de los verdaderos valores humanos, porque cada uno tiene su propia visión de la vida.

Siempre hay una frase para cada momento, una que describe con credibilidad cada instante en estas vidas y, a pesar de todo, no es buen momento para perder el tiempo en recordar momentos que uno siempre ha querido olvidar. No es buen momento para echar la vista atrás y revolver en el baúl de los recuerdos, si es así como se le podría llamar.

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Todos hemos tenido alguna vez nuestro verdadero momento de heroicidad. Algunos han sido venerados como dioses y otros como ídolos de barro, pero nadie está a salvo de perderse en el olvido por su gloria pasada. Dicen que la gloria es pasajera y que todos acabamos cayendo de nuestro pedestal. ¿Acaso por mucho ídolo de barro que sea, no puede acabar cayendo de su estante en la pared? Al llegar al suelo ya ni siquiera es un semidios, tan sólo fragmentos rotos de barro…

A mi entender, la heroicidad o los héroes sobre papel, es o son aquellos que después de lograr sus hazañas, consiguieron plasmarse en libros, aunque después se hayan descubierto ciertamente sus verdaderas cualidades, y a riesgo de ser falsas, no se hayan agregado más nota alguna en esos libros, con el fin de cubrir con mentiras lo que los demás no saben a ciencia cierta.

Con todo esto quisiera decir que, por muchas historias que no cuenten, muchas leyendas, mitos, comentarios o, incluso chismorreos… no debemos creer en todo lo que nuestros oídos nos hacen escuchar, sino en lo que nuestra conciencia o nuestro corazón nos dice. Nada es verdad hasta que se demuestra lo contrario, ni nada es mentira mientras haya dudas con la verdad.

Admirados son los héroes que pasan desapercibidos y que tenemos colgados en retratos en nuestras paredes. Padres, abuelos, hermanos… amigos, nuestros verdaderos héroes, aquellos que luchan y luchan siempre a nuestro lado y que comparten su gloria con nosotros.

Jezabel ✻ 🂽

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Por Jezabel

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