A modo de prólogo la autora, Ana María Quintana Rodríguez, dedica el libro a la Familia Villamil. Es esta familia muy importante en la zona a la que se refiere la escritora, la cual se halla ubicada en el extremo occidental asturiano. En la obra se citan datos históricos y a menudo se insertan poemas de la autora o del poeta Pepe Jardón, asturiano emigrado a Buenos Aires.
En lo que se refiere a los datos históricos, relacionados con la historia local, el libro refleja un interesante trabajo de investigación realizado por la autora, trabajo que a menudo entronca con la historia del Imperio Español del Siglo XIX, pues un personaje de la zona, Leandro Villamil, había sido Gobernador de Batangas, Filipinas, allá por 1896, año en el que adquiere una gran fuerza la rebelión independentista filipina contra la dominación española, o el gobierno español de las islas.
Además del personaje de Don Leandro Villamil, la autora cita otros nombres importantes que se hallan vinculados estrechamente a la historia de la zona y que en su día tuvieron un papel destacado en la economía de Candaosa-Lagar, y por ende en todo el noroccidente asturiano. Entre esos personajes, simplemente mencionar algunos: Domingo Vázquez Villamil, Fernando Villamil y García Siñeriz 1835-1882, impulsor de la ferrería de Lagar, Trinidad Queipo de Llano, mujer que por su apellido sería interesante investigar si tiene algún parentesco con la familia del General Queipo de Llano, de nuestra última Guerra Civil, Everardo Villamil Llanes que perteneció al Partido Conservador vinculado al Marqués de Canilejas, además era hermano de Leandro Villamil, el Gobernador de Batangas, al que nos hemos referido más arriba. Everardo fundó la Compañía Hidroeléctrica del Eo S.A., en 1906.
A medida que vamos leyendo el libro, en mi opinión creo que se refleja en la autora el pensamiento de muchos de los habitantes de nuestra zona occidental asturiana, que siempre estamos pensando en preparar la maleta para cambiar de aires, procurando que al hacerla, no se nos quede nada importante o necesario fuera de ella. En este sentido en el libro si tiramos del hilo vemos que el mundo al que se refiere se hala en la propia maleta, la cuál está completa, pues refleja, la historia local, la de España y la universal, las costumbres, las creencias, la tecnología y ciencia de la época y los poemas de la autora que ponen un sello inconfundible a la obra.
Una vez leído el documento, solo me caben dos preguntas. Dos preguntas que formularé en una: si la zona sobre la que se escribe el libro o algunos personajes tuvieron algo que ver tanto con la Guerra de la Independencia 1808-1814 o con las posteriores guerras y pronunciamientos carlistas habidos en España entre 1833 y 1900.
Como conclusión final, mis felicitaciones a Ana María Quintana por este libro, el cuál, en mi modesta opinión, es una magnífica aportación, un grano importante en el inmenso y rico granero que es la historia local de España.
ANA MARÍA QUINTANA
Icaro
