Eran cerca de las dos de la madrugada y alguien cruzaba el puente nuevo del pueblo con su coche (se entretuvo con sus amigos y, cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde, como siempre). Hacia la mitad del puente que cruza el río vio de lejos una persona subida al borde de éste, agarrada con fuerza a los tensores que lo mantienen en pie.

Tanta tecnología con esto de la luz led y no acierto a ver quién es, se dijo a si mismo.

Paró su coche al borde del lado derecho y bajó la ventanilla. Alzando la voz, le preguntó: ¿qué es lo que haces ahí a estas horas y qué es lo que pretendes hacer?

Él, respondió:
_ Hasta que has parado el coche mi intención era la de saltar, pero no acababa de decidirme ni cómo ni desde dónde.

_ No sé a qué te refieres con eso. No acabo de entenderte.

_ Es fácil. Si me tiro hacia la parte del río, tengo un problema, que no sé nadar. Igual tardo en ahogarme y no quiero que esto se alargue más de lo yo quisiera. Por otra parte, si me tiro hacia las vías del tren, tengo miedo de caer en zona verde y quedar “medio vegetal” para toda la vida y hacerle la vida imposible aún más a los que están a mi lado.

Puente nuevo de Soto de Ribera Fuente de la imagen

_ ¿Crees que puedo hacer algo por ti aunque solamente sea hablar un rato?

_ Creo que no. Llevo casi un año mal y nadie entiende lo que me pasa.

_ Pues, sinceramente, no sé por qué estás así. Acabas de decirme que tienes gente a tu lado que, intenta ayudarte, me imagino. No estás solo, deberías saberlo. Hay gente capaz de hacerte reflexionar y de que te pienses bien lo que quieres hacer, lo que tienes en mente.

_ Ya sé que debo poner algo de mi parte, pero me siento incapaz de hacer ver a los demás que me encuentro bien. No soy ni el reflejo de lo que suelo ser. Casi ni me conozco. No me reconozco ni en el espejo. Lo que tengo muy claro es que debe ser muy complicado vivir o tener cerca a alguien que esté pasando mi misma situación o algo parecido al menos.

_ Que estés mal seguro que no es culpa tuya. Deberías salir con la gente que te aprecia, distraerte y olvidarte, aunque sea por un instante, de todo lo que estás pasando.

_ Me siento como un auténtico estorbo. No me veo capaz de hacer nada y, lo poco que puedo hacer, lo hago mal.

_ Recuerda que tienes gente a tu lado que te necesita. No lo olvides.

_ No debería pensarme tanto las cosas y actuar. El verdadero motivo de esta vida, no es vivir, se trata solo de saber actuar. Seguir un guión detallado de cada paso que das. Todo cambia en segundos, en milésimas de segundo, diría yo. Un pestañeo al volante, quizá te haga no despertar más. Cualquier descuido te cambia la vida.

_ ¿Es que no hay absolutamente nadie que te comprenda? ¿Nadie que sepa valorarte por lo que eres o por cómo eres? ¿Acaso no eres importante en la vida de nadie? ¿Es eso lo que te estoy entendiendo?

_ Quizás lo mío no se arregle con fuerza de voluntad. Soy de los que se agarra a un clavo ardiendo por cualquiera. Solidario, oportunista, de gran corazón, muy sincero, soñador, nostálgico… y, todo eso, a veces cansa a los de a mi alrededor.

_ ¿Eres creyente?

_ No

_ Deberías aferrarte a algo para intentar encontrar una salida. Piensa en los amigos, la familia…

_ Estoy pasando momentos duros con cierta gente. Quizá no sean ese tipo de personas a quienes deba aferrarme. Hay gente que se queja y tiene de todo a su lado, pero no lo ve. Hay gente que se queja y no le suele faltar de nada.

_ ¿Te gustaría ser por unos instantes alguien que está pasando por la misma situación que tú? Así podrías saber qué os diferencia. Sé que estás sufriendo y no quiero irme sin antes verte bajar de ahí y dejarme llevarte a otro sitio. Lo suficiente lejos de este puente. ¿Aceptas? Quiero verte bajar de ahí y que entres en mi coche. Si eres de este pueblo, nos volveremos a ver, pero prometo no decir nada. No quisiera verme involucrado en nada de estas cosas.

_ ¿Sabes qué? A veces saltas a un pozo y no hay manera de salir, pero otras, puedes acabar saliendo. Sea como sea. Apretando los dientes y dejándote las uñas para lograr salir. Quiero que sepas que me has reconfortado. A veces, tan solo unas palabras, alivian más que horas frente a un psiquiatra.

_ Espera, que te ayudo a bajar de ahí.

_ ¿Sabes qué es lo que más reconforta?

….

Los dos se fundieron en un abrazo que duró varios minutos. No hicieron falta respuestas para resolver aquel enigma: ¿qué es lo que más reconforta?

Una hora más tarde, al llegar a casa, por más que intenté acordarme del color del coche, la cara de aquel hombre, su voz… no pude. Fugazmente llegué a pensar que fue un sueño, pero no lo fue. De eso estoy totalmente seguro. Alguien más pasó en coche y me había dicho: ¡bájate de ahí! y eso si estaba seguro de recordarlo claramente. Quizás fue una mala jugada de mi subconsciente, una inquietante broma del destino o esa “fe” que llega en el mejor momento para ayudarte a salir del pozo.

*ICARO©

Basado en hechos irreales e inventados. Gracias, Daniel Omar Granda. Tanto tú como el resto de amigos y mi familia, sois parte de esa “fe” que me está haciendo falta para salir del pozo. Salud.  

Foto del avatar

Por Icaro

Generación del '77. Nacido en Reggio Emilia y criado en Asturias. Enamorado de la música; de mi mujer, Elena y de mi niña, Gaia. Apasionado del cine de terror, la ciencia ficción, la montaña, la fotografía y la comedia. Letrista de grupos pop, rock y metal desde Octubre de 1999.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial
RSS721
Facebook1k