La posterior toma del poder por parte de los bolcheviques, con el apoyo indirecto de Alemania, conllevó la firma del tratado germano-ruso en Brest-Litovsk. Cubiertas las espaldas en el este, Ludendorff intentó sacarle ventaja a Francia antes de que llegaran los norteamericanos del general Pershing. Desplazó 700.000 hombres del frente oriental y lanzó una enorme ofensiva en Picardía, que abrió una brecha de 20 kilómetros en las líneas aliadas, entre franceses y británicos, y estuvo a punto de tomar Amiens.

El 8 de noviembre de 1918, en Múnich, una insurrección obrera proclamaba la república, y el 9 ocurría lo mismo en Berlín

Ante la delicada situación, los gobiernos francés y británico, de Clemenceau y George, optaron por hacer un mando único y poner al frente del mismo al general Foch, quien contuvo la ofensiva en Château-Thierry. Con la ayuda de 16 divisiones estadounidenses, obligó a los alemanes a batirse en retirada hacia Amiens, Gante, Cambrai y Sedan. En octubre, los turcos deponían las armas tras la caída de Damasco y Alepo en manos del general británico Allenby.

Mientras, en los Balcanes, progresaba vertiginosamente el Ejército de Oriente, que, bajo mando del francés Franchet D’Esperey, agrupaba a franceses, británicos, serbios, griegos e italianos. El 8 de noviembre de 1918, en Múnich, una insurrección obrera proclamaba la república, y el 9 ocurría lo mismo en Berlín. El 10 el káiser Guillermo II huyó a Holanda y al día siguiente una delegación alemana firmó el armisticio.

Ese mismo día, Carlos I de Habsburgo, que había sucedido a Francisco José dos años antes, abdicaba después de la derrota de sus ejércitos en Italia. Tras la deposición de las armas en las colonias alemanas de África oriental, el día 14, terminaba una guerra devastadora que se había prolongado cuatro años cuando se esperaba que durara solo unos días.

La Primera Guerra Mundial supuso una revolución en la idea de lo que era un conflicto bélico hasta entonces. Empezó con las mismas tácticas militares del siglo XIX, que consistían en amplios movimientos de unidades de infantería, con apoyo artillero y de la caballería, con el objetivo de tomar las posiciones enemigas. Pero la entrada en juego de nuevas armas obligó a cambiar de estrategia, y esta, a su vez, llevó a la aparición de otras armas.

La guerra se cobró 12 millones de vidas. Francia y Alemania perdieron el 10% de su población activa masculina, Austria-Hungría el 9,5, Italia el 6,2 y Rusia el 4,5. Hundió las economías de los países beligerantes. Las fábricas, las minas y los campos de cultivo de los territorios conquistados fueron destruidos. Después de la guerra, las deudas públicas de los estados se multiplicaron por diez. Un 7% del territorio francés quedó arrasado.

Pero la Primera Guerra Mundial fue solo el prólogo de la muerte en cadena que supondrían los sucesivos conflictos del siglo XX.

FUENTE

https://www.lavanguardia.com/

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