Cuando mis ojos cruzaron los tuyos, por primera vez, no sabía que nunca volvería a tener ganas de desviarlos.
No sabía tantas cosas que luego pasarían. No sabía que me ibas a cambiar sin cambiarme, que ahora soy más fuerte pero tengo las mismas inseguridades que antes, las que siempre he escondido y que tal vez nunca había sonreído antes de conocerte a ti.
No sabía que nos mezclaríamos los pensamientos y sueños, errores y defectos, manos y corazones.
No sabía que quería hacer contigo un viaje de ida, que los pasos que doy hacia ti son los únicos que tengo ganas de dar cada día.
Te dediqué lo mejor de mi, ¿sabes?. Mis silencios, todas las palabras que no digo, los pasos que doy atrás, las caricias que aguanto, los momentos en los que no me siento lo suficiente.
Te dediqué todo lo que escondo a los demás y que no quise esconderte a ti.
De Sol al cielo